En el “Francisco Sánchez Rumoroso”, de visita, sin hinchas en las gradas, Colo Colo bajó su estrella 33. Lo hizo con autoridad ante Coquimbo Unido. Un 2-0 inapelable, donde el conjunto de Gustavo Quinteros no brilló, pero sí mantuvo la fortaleza en el fondo que lo distinguió a lo largo del año.
Los equipos se arman desde atrás dice un viejo adagio futbolero, que en esta oportunidad ratificó su vigencia.
Un ciclo que se inició en la dureza de 2020, en el momento más brutal de la pandemia, con tribunas vacías, con Colo Colo en un tobogán rumbo al descenso, que solo se detuvo en Talca, cuando el 17 de febrero de 2021 derrotaron 1-0 a Universidad de Concepción.
Los penquistas bajaron y el equipo de Gustavo Quinteros zafó de la mayor desgracia de su historia.
Un sacudón justo y necesario para recomponer un plantel que necesitaba una refundación. Quinteros se mantuvo y comenzó el armado de la escuadra de Colo Colo que este año dio la vuelta olímpica en el Monumental, luego de consagrarse en Coquimbo.
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