Al irse del Manchester City el entrenador chileno Manuel Pellegrini recibió una pintura de Stephen Lowry, el artista más cotizado en Gran Bretaña que retrató a los hinchas y los estadios. Un imprescindible a la hora de hablar de pintura clásica futbolera.
Dice la prensa de Manchester que cuando Manuel Pellegrini debió decir adiós al City, tras haberlo coronado campeón y llevarlo a semis en la Champions, el jeque Sheikh Mansour descolgó de su colección privada una tela de Laurence Stephen Lowry, uno de los más célebres hinchas cityzens, para obsequiársela al chileno.
Es un regalo digno de un jeque, y que paliaba en parte el anunciado reemplazo de Pellegrini por Pep Guardiola, otra de las obsesiones de Mansour. Lowry pintó “Going to the match” en 1928, la más célebre pintura futbolera de todos los tiempos, avaluada hoy en casi siete millones de libras. En la obra se observa el Bunden Park, del Bolton Wanderers, con su tribuna cabecera repleta y el público llegando con premura.
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Lowry eligió al City y no al United para hacerse hincha en los orígenes de la liga inglesa. Su pasión como artista fueron los movimientos sociales que acompañaron la etapa más tardía de la revolución industrial. Fallecido en 1976, no alcanzó a vivir la mejor época de su club. Pero dejó una obra impresionante donde perpetuó, sobre todo, el descanso de las clases obreras. Son, como dijo un crítico, obras “de recreo”, donde reflejaba sus actividades recreativas o de descanso laboral. Fábricas, puertos, ferias domingueras y, claro, el fútbol.
Lowry insistió con el fútbol: en 1949 pintó “The football match”. Un cuadro que llegó a subastarse el 2011 por 6,2 millones de euros. este refleja un encuentro visto desde atrás de uno de los arcos. Luego, en 1953, pintó “Football ground”, una cancha sin tribunas, pero rodeada de espectadores y chimeneas. Su obra está compuesta de más de mil pinturas y varios miles de dibujos. Manuel Pellegrini algún día nos dirá cual de las obras de Lowry saldó las culpas del Jeque en Manchester.
De la pintura de Manuel Pellegrini al mural de Matta
Si hablamos de pintores futboleros, habrá que incluir al chileno Roberto Matta, quien hizo la obra más monumental dedicada al juego en la historia nacional. En 1971, y como una forma de celebrar la llegada del socialismo al poder, realizó un trabajo colectivo con la Brigada Ramona Parra y pobladores de La Granja que tituló “El último gol del Pueblo”. Pintado sobre una muralla, se convirtió en el orgullo de quienes usaban la piscina municipal de una comuna, por aquel entonces, periférica y pobre.
La obra mide 25 metros de largo y 4 de alto, y expresa el triunfo de los más humildes en una metáfora del fútbol. Tras el golpe militar, fue cubierta con capas de cal y pintura por los alcaldes de la dictadura. Hasta que en el 2005 se restauró y se convirtió en el Espacio Matta, el Centro Cultural de la Municipalidad de La Granja, que tiene techado y preservado el más grande homenaje mural al fútbol.
Matta lanzó también en 1990 una serie de grabados futboleros inspirados en la realización del Mundial de Italia, país donde residía, que sirvieron de emblema cultural del evento.
Claudio Bravo, el pintor hiperrealista nacido en Valparaíso, también le dedicó un guiño al fútbol con “Antes del juego”. Un óleo sobre tela que describe una escena de camarín con los jugadores preparándose para saltar a la cancha. El artista nunca fue un aficionado. La indumentaria de los jugadores es una camiseta amarilla y pantalón azul, aunque no parece un homenaje a Brasil.
Otros artistas chilenos que homenajearon al fútbol fueron Nemesio Antúnez, quien pintó grandes espacios urbanos minimizando la presencia humana, donde destacaron varias canchas de fútbol con diminutos protagonistas. Más de una vez confesó que creaba mientras escuchaba los relatos radiales de los partidos, que le generaban el sentimiento para materializar la obra. José Balmes, que vino en el Winnipeg y nunca simpatizó con la Unión Española por su escudo franquista, se esmeró con zapatos de fútbol embarrados. Y, más recientemente, Bororo homenajeó al fútbol. Sobre todo, a Alexis Sánchez en su pasada por River Plate, además de otras alegorías dedicadas a su pasión futbolística, demostrando que ese amor bien cabe en un lienzo.