La goleada de Colo Colo sobre Cobresal puso de relieve el potencial que al menos para el consumo interno tienen los albos. Un 6-0 impiadoso ante el líder del campeonato, que sintió su defensa de la punta como una mochila gigante en los metros finales del ascenso al Everest. El Monumental repleto, con sus fauces dispuestas para devorar a una víctima poco habituada a vivir este tipo de instancias, resultó el escenario ideal para una tarde que recordó a los circos romanos.
Así no más fue. En solo 45 minutos el Cacique se puso 4-0 y se acabó cualquier atisbo de lucha. La interrogante es si con eso le alcanza a Colo Colo para aspirar al bicampeonato, con un partido menos por su duelo atrasado frente a Magallanes. La respuesta la tienen los pupilos de Gustavo Huerta.
Palestino es su rival de este fin de semana y pondrá a prueba el carácter de los mineros. Si derrotan a los tricolores la boleta en Macul quedará como un pésimo recuerdo, una advertencia, que no dañó el espíritu de un cuadro formado para no pasar zozobras, con la ambición de acceder a un torneo internacional, pero que a partir de la regularidad en El Cobre se encuentra con la posibilidad de dar la vuelta olímpica.
Huachipato también tiene mucho que decir, luego de su victoria sobre Everton en Sausalito. En silencio, los dirigidos por Gustavo Álvarez se acomodaron en la tabla y miran expectantes qué sucederá con Cobresal y Colo Colo. Gustavo Quinteros se quejó durante buena parte del año de la carencia de eficacia en los metros finales. Los seis tantos del sábado anterior y los dos a Cobreloa, en el empate por la semifinal de la Copa Chile, dan cuenta de que se afinó la puntería y la toma de decisiones, con Damián Pizarro más afilado, acaso transformándose en el ariete que el cuadro popular y el fútbol chileno reclaman.
La presión que puso Colo Colo ante Cobresal llamó la atención, a partir del trabajo de César Fuentes y Vicente Pizarro, con la inteligencia de Leonardo Gil para apurar a los centrales rivales junto a Damián Pizarro. Con Jordhy Thompson intratable en la derecha, con su enganche hacia adentro, la balanza se inclinó temprano. Llamó la atención la inocencia de los nortinos. Si el rival atosigaba, ¿por qué no salieron con balones largos para luchar la segunda pelota y el rebote? Si atrás no había seguridad, lo sensato era alejar
el riesgo.
Octubre marcará el cierre de una competencia que costó que encendiera. El problema serán las detenciones que sufrirá el torneo. Entre las fechas FIFA por las eliminatorias y los Panamericanos, los equipos perderán ritmo, se alterará el tranco cuando todos los protagonistas vienen lanzados.
