El entrenador que más le marcó, cómo vio a la Argentina campeona del mundo, cuál demarcación le acomoda más y otros tantos detalles de la conversación de Nery Domínguez con Tribuna Andes.
Foto: Pepe Alvujar.
-Nery Domínguez debutó en Rosario Central con Miguel Ángel Russo, estuvo en Racing con Eduardo Coudet, pasó por Independiente, jugó en México. En todo este recorrido, ¿qué técnicos lo marcaron?
No me voy a quedar con uno, porque cada uno fue importante a lo largo de mi carrera. Miguel me da la confianza de debutar y me sostuvo en un momento difícil de Central, en Segunda División. Después logramos el ascenso. Crecí y aprendí mucho de golpe. Eso fue muy bueno. Luego, el Chacho (Coudet) sacó una buena versión de mí también. Con Ariel Holan estuve en Independiente, después tuve a Sebastián Beccacece y Juan Antonio Pizzi, nombres muy importantes en el fútbol y uno trata de aprender, de sumar conceptos. Cada entrenador tiene lo bueno y lo malo. La verdad es que siempre estoy dispuesto a aprender y a crecer, porque cada momento te va marcando.
-La pregunta apuntaba más a lo que le dejaron desde el juego.
Por suerte tuve la posibilidad de tener entrenadores que respetaban mucho una idea, que trataban de ser protagonistas, que querían que su equipo juegue bien, con la exigencia de la idiosincrasia de los clubes que me ha tocado jugar. Soy un agradecido de cada entrenador y club que me ha tocado estar, porque no es lo mismo jugar para para ser protagonista arriba que para otras cosas. Valoro mucho eso. De cada entrenador he sacado lo mejor y tratado de aprender mucho.
-¿Qué fútbol le gusta?
Me gustan los equipos que van al frente, que arriesgan. Uno mira siempre el fútbol que te llena los ojos, esos equipos que tratan de arriesgar, de ser protagonista.
-¿Por ejemplo?
Racing es un equipo que juega bien al fútbol, que tiene una idea, buenos jugadores, que siempre está ahí, siendo protagonista, peleando cada cosa que juega. La verdad es que soy un agradecido de haber formado parte tantos años de ese club. Porque van todos de la mano: la hinchada, la dirigencia, los jugadores, todos tratan de ir por un mismo camino y buscan conseguir objetivos buenos y eso me gusta.
– ¿Es de ver mucho fútbol o no?
Veo bastante. Hoy en día trato de ver todo lo local, por ahí los partidos más importantes de Argentina. Sigo mucho a Racing, a Rosario Central y después, por ahí, los partidos que se destacan de Europa, que te llenan y te motivan para ver.
-¿Es más central o contención? ¿Qué le gusta más?
Es una pregunta que me han hecho mucho, pero toda mi vida jugué de volante de contención. Por motivos futbolísticos me ha tocado retroceder de posición, pero la verdad es que disfruto mucho de cualquiera de las dos. Cada uno tiene sus mañas, sus cosas. Por ahí, en el medio, en alguna jugada se te dan más opciones en ofensiva. Siendo central tienes que jugar más seguro, jugar de otra manera, con otra concentración. Con menos riesgo. Dar tranquilidad a los compañeros.
Esto no quiere decir que de contención haga lo contrario, pero por ahí tenés una línea más atrás que te puede dar una mano. Disfruto mucho de las dos posiciones. En los últimos años he tratado de incorporar el mayor concepto de aprendizaje de la posición de zaguero central. Con Mauricio (Pellegrino) voy a tratar de disfrutar, de exprimirlo, porque él fue central toda su vida y. Y bueno, obviamente cada técnico te va enseñando cosas nuevas.
-¿Cómo vivió el Mundial Nery Domínguez? ¿Dónde lo vio? ¿Cómo lo disfrutó? ¿Qué le pareció el juego?
Justo estábamos de vacaciones, así que vi mitad en Chile y la otra mitad en Argentina. Me vi casi todos los partidos. Lo disfruté mucho. Se vieron grandes equipos, buenos partidos y, obviamente, que mi país haya logrado la Copa del Mundo es algo que genera mucha satisfacción. Muy contento, sobre todo por la gente, que la viene pasando mal. Una alegría así, la gente lo necesitaba. El grupo de jugadores lo ha hecho muy bien. Fueron los mejores.
-Desde el juego, ¿qué fue lo que más le gustó de Argentina?
La intensidad. El buen juego. Han sido inteligentes cuando no le salían las cosas. Han sido un equipo muy completo y con el plus de tener al diez. Entonces, si tenemos un equipo -cuando digo equipo, digo de los 23- y encima tenés al mejor del mundo, es un poco más fácil.